Misterio y la belleza se conjugan en mis dedos recorriendo con intensidad tu cuerpo.
Misterio y la belleza se conjugan en mis dedos recorriendo con intensidad tu cuerpo.
Mis venas lentamente marcan el pulso de un reloj que cuenta por siglos el tiempo que estoy sin ti, pero cuando tu presencia ilumina mi existencia reduciendo la eternidad misma en un efímero suspiro.
Soy un alma que recorre la misma eternidad viajando a través de incontables nebulosas y galaxias, destilando a cada instante mis sentimientos en un juego donde las reglas han sido escritas en el principio de los tiempos con incontables estrellas. Y cual musa el deseo de tu mirada me lleva a desafiar al destino, para intercambiar tan solo un destello de felicidad a tu lado, y entregar mi alma en pedazos, para ser usados como combustible de calderos siderales hasta ser consumido por mi propio deseo.
Un combate perpetuo entre dos bestias milenarias en donde mi alma es testigo obligado de semejante lucha.
Ríos candentes, nacidos del la fría roca de la razón y pasiones cristalizadas se han transformado en lava ardiente y fundida por un dragón desbocado.
Bestia que recorre mis venas trasformadas hoy en cavernas de azufre y sal, consumiendo todo mi ser, vuelto a la vida por un deseo transformado en susurro…
Cuando mis manos se fundan debajo la piel recorriendo las profundidades alimentando tus pasiones en un momento eterno y efímero a la vez. Será movilizado por el fuego de mis venas y avivado por el deseo de la musa de ser poseída e inspiración a la vez.